Al igual que las llaves, los mandos también se pueden estropear del uso diario que le damos.
Los fallos más habituales que nos encontramos son:
- Problemas de funcionamiento por una mala soldadura.
- Óxidos en el interior o exterior del mando producidos por la humedad.
- Problemas en la botonera.
- Roturas en la carcasa.
También disponemos de fundas para protegerlo tanto del clima como de caídas.